Este certamen nacional organizado por el diario Los Andes de Mendoza tiene como objetivo contribuir a la difusión de la actividad vitivinícola en toda la Argentina.
Un prestigioso jurado evaluó alrededor de 250 muestras. Participaron 139 bodegas, entre las que se destacan grandes empresas y pequeños productores, de nueve provincias distintas: Mendoza, Chubut, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Salta, Río Negro, San Juan y Tucumán.
El grupo de evaluadores estuvo integrado a su vez por enólogos, sommeliers, periodistas especializados en la materia y expertos en vitivinicultura de distintas regiones del país.
El certamen fue organizado bajo estrictas normas internacionales, por lo que la cata de las muestras se realizó completamente a ciegas, para garantizar la total objetividad, y solo un 30% de los concursantes pudo acceder a las medallas, algo que refleja que exclusivamente los mejores fueron premiados.
Respecto al puntaje, los integrantes de las comisiones tenían por cada vino que llegaba a la mesa una planilla en la que debían marcar el puntaje que le otorgaban según la vista, el olfato, el gusto y una opinión apreciación general. El aspecto más determinante era el gusto, que significaba el 35% del puntaje final. La calificación definitiva de cada vino resultó de un promedio obtenido a partir de los puntos que le había dado cada jurado.